EL IZQUIERDISMO ES UN FRACASO
Creer que la izquierda con socialismo-comunismo o el corporativismo de democracia son una alternativa moderna para manejar el Estado es un error humano garrafal. Ambas corrientes son una invención que para el mundo son tragedias mayores en vidas humanas. Pero peor esta en que estas corrientes de ideas se enquistan en el alma humana haciendole creer a quienes las siguen, que ellas son buenas para el desarrollo y el progreso de una nació organizada social, politice, y económicamente.
Los chilenos tuvimos la experiencia de ser gobernados por la UP de Allende, gracias a la complacencia de la Democracia Cristiana Chilena. Seamos claros, Tomic y sus seguidores pactaron con la UP de Allende secretamente, apoderarse del Estado de Chile.
A todo dar teniendo la oportunidad los izquierdistas han reescrito la historia, y lamentablemente un gran porcentaje de la poblacón que vota, prefieren esta historia y no la que nos enseña la verdad.
Pero hoy estamos frente a un dilema. Muchas de las que votan son mujeres y ellas no estan convencidas y no creen la verdadera historia que vivio chile entre los 60 y los ochenta. ¿ Qué hacer?
Lo único que podemos hacer es revivir pequeños trozos de la historia de la izquierda mundial, porque estas verdades inspiran a Boric y el Partido Comunista y con ellas arrastran a Chile a creer que si ellos gobiernan todo sera diferente respecto de los izquierdistas del pasado. No es posible, la izquierda y la DC, son movimientos doctrinarios irracionales y utópicos.
Corta historia:
"Las políticas de industrialización, cuando Stalin consideró por decreto que «la cuestión femenina», como se había llamado hasta entonces a la desigualdad, ya estaba resuelta con éxito. Las mujeres avanzaron dentro de la URSS, "pero la equiparación real solo estaba en la Constitución", que garantizaba la igualdad entre mujeres y hombres «en todas las esferas de la economía, el gobierno, la cultura y la vida social y política».
Una de las primeras manifestaciones de la sociología en la URSS en los tiempos de desestalinización fue precisamente relativa a la mujer: los objetivos de igualdad no se habían conseguido.
En 1981 Brézhnev alertó de la ausencia de mujeres en puestos de dirección, tanto en el partido como en las empresas, y aumentó los permisos de maternidad. La emancipación de la mujer, coreada en los medios y proclamas de la URSS, en realidad —sostiene Norma C. Noonan, experta en Rusia de la Universidad de Augsburgo— se debía al fenómeno de las babushka (‘abuelas’) más que a las leyes.
Por las diferencias demográficas entre hombres y mujeres tras la II Guerra Mundial, las mujeres jóvenes que trabajaban eran ayudadas en el hogar por sus madres, tías o suegras, que cuidaban a los niños, hacían la compra y limpiaban. Conforme fueron desapareciendo, porque en las nuevas generaciones pocas mujeres aspiraban a ser babushkas de nadie, la desigualdad de género se fue incrementando en la URSS otra vez.
Un factor decisivo fue que en las regiones musulmanas de la Unión sovietica aumentaba la natalidad exponencialmente y en el resto disminuía. El partido promovió políticas familiares en su zona «europea» y de liberación de la mujer en la «asiática». Para que no hubiera una escasez de mano de obra, en la zona «europea» se necesitaban familias de tres descendientes, pero el hijo único era la norma.
Uno de los objetivos inmediatos de la perestroika fue conseguir que cada pareja tuviera su propio hogar en el año 2000. Sabían que vivir con los padres o en pisos comunales generaba tensión en la pareja, aumentaba los divorcios y afectaba a la natalidad. Aunque el número de divorcios había crecido en paralelo al número de viviendas desde los años sesenta. Se había triplicado. Al igual que el bienestar material: conforme crecía, disminuía la natalidad. En esta tesitura, a finales de los ochenta, literalmente, no sabían qué hacer. "
Y esto es una repetición de fracasos que no permitirán jamas ser superados por los pueblos que caen en las manos de la izquierda, ni en Cuba, Nicaragua, Venezuela, la mujer progresa.
Las mujeres no pueden ser engañadas con planteamientos como el andar mostrando sus partes intimas en la calle, o despreciar ser parte de familias, correctamente constituidas.
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