LA HISTORIA HAY QUE REPETIRLA

La democracia en Chile esta perdida, y el socialismo robó su lugar, y para recuperarla sólo tiene que volver a suceder la guerra.


La noche del 11 de septiembre de 1973, cuando la Junta Militar hizo su primera aparición pública, el comandante en jefe de la Fuerza Aérea, general Gustavo Leigh Guzmán, hizo explícita la naturaleza del nuevo gobierno. En esa oportunidad comunicó que el país estaba en “guerra, lo cual implicaba una misión específica. Esta se resumía en lo declarado por el General Leigh: "Tenemos la certeza, la seguridad de que la mayoría del pueblo chileno está contra el marxismo, y está dispuesto a extirpar el cáncer marxista hasta las últimas consecuencias". 

Ello fue ratificado al día siguiente en la conferencia ofrecida a la prensa extranjera, cuando el general Augusto Pinochet informó: "La resistencia marxista no ha terminado, aún quedan extremistas. Yo debo manifestar que Chile está en este momento en estado de guerra interna". 

Las palabras de los generales Leigh y Pinochet sintetizaron el pensamiento del nuevo mando, fundado en un acendrado anti-izquierdismo y su decisión de hacer de la lucha en su contra el sentido de su existencia. 

Esto fue reafirmado pocos días después por el General Pinochet, cuando señaló que el gobierno militar no era de transición, pues su objetivo era transformar económica, social y políticamente al país, surgiendo un nuevo Chile, razón por la cual solo había metas, no plazos. 

Todo esto es historia, la Insurrección tolerada por el traidor Piñera y sus esbirros el 19 de octubre de 2019, y la firma del Acuerdo de Paz de los politicastros, ha culminado con la destrucción en ciernes de Chile por parte de la izquierda terrorista, saqueadora, ladrona y asesina.