40 horas en un país improductivo

 Cuarenta horas de trabajo en un país improductivo viene a ser una estocada mortal para su economía. 

Desde 2017 el proyecto esta en estudio, y con la revolución del lumpen en 2019 sumada la pandemia, el Chile esta hoy sumido en el hundimiento económico social y político, tristemente esto no cambiara por décadas.

Acortar las jornadas laborales no garantiza una menor o mayor productividad, como asi mismo ni crecimiento ni desarrollo económico.  Por lo contrario lo mas seguro que esta medida electorera del gobierno de la izquierda, acarreara peores consecuencias para el pais, su productividad y sus trabajadores.

Consideremos que el TOC presidente o mejor dicho el "merluzo presidente" y "los okupas de La Moneda" salvo un par de excepciones, son de "pulmones vírgenes" jamas han trabajado para producir, de "dirigentes estudiantiles" pasaron directamente a esquilmar el Estado y por ende vivir a costilla de todos los chilenos que pagamos impuestos.

Así que estos ignorantes no entienden que en un país del tercer mundo como Chile es ahora, la jornada laboral tiene una relación estrecha con el tipo de trabajo que se ejecuta, vale decir para hablar de "jornada de trabajo" se debe considerar técnicamente  la carga de trabajo y la supervisión.  Y por lo tanto el Estado y la empresas deben dirimir con flexibilidad cómo y cuándo se deben aplicar los cambios en la jornada laboral. En la realidad el problema real es que un horario de trabajo no tiene por qué ajustarse a todos los empleados o a los puestos. 

Los momentos que vivimos son complejos, y la globalización (no confundir con el globalismo, mercantilismo o socialismo) trajo consigo que todas las economías  de los distintos países y regiones deben competir a nivel internacional, por lo tanto  los modelos de jornadas laborales deben ajustarse a la competencia. 

Pos-pandemia sabemos que las formas de operar para muchos trabajadores ha cambiado, el uso del trabajo telemático es mas frecuente que hace tres años atrás, pero no así para trabajadores sin especialización, quienes hoy sufren de falta de trabajo, y lo mas triste para nuestro país es que cayó en una espiral descendente de desarrollo y, que no ve salida con este gobierno que esta imponiendo el "socialismo onunista del siglo XXI" y que como todo socialismo es un fracaso.

Debe entenderse la necesidad de incrementar primero la productividad, y después hablar de cambiar la jornada laboral, las empresas y sus trabajadores deben tratar primero acuerdos que les permitan favorecerse mutuamente para enfrentar la competencia mundial. 

La actual Constitución que nos rige permite que existan pactos sociales en libertad y democracia. 

La izquierda junto con la derecha traidora crearon ficticiamente reivindicaciones sociales que no son reales. La igualdad de género, el aborto, y otras decenas de macanas, son simples clichés y eslóganes que obligadamente pasaron de moda, hoy Chile tiene que enfrentar, inmigración ilegal, la drogadicción, el trafico de la misma, el robo,  lo peor la delincuencia narco-terrorista del izquierdismo que tomo por asalto todo el país.

"Merluzo renuncia primero", e inscríbete en alguna escuela donde te enseñen a tomar una escoba y barrer, o tomar una pala y aprender a cavar un hoyo, y después atrévete hablar de 40 horas de trabajo, algo que tu no conoces.