El "RECHAZO" ganó en Chile y no lo aceptan:

la izquierda, los derechistas traidores y, la ONU de cualquier manera pretenden sustituir la Constitución 2005 de Lagos. Porque es la Constitución vigente. 

Cuando don Hermógenes Perez de Arce  comenta claramente en su Blog: 

"El presidente de Colombia, Gustavo Petro, fue quien más se aproximó a la verdad desnuda cuando escribió, sobre el resultado chileno, "revivió Pinochet". Sabemos que el marxismo no perdona a los suyos cuando son sorprendidos diciendo la verdad y aquello suscitó una oleada de críticas contra Petro. Entonces éste se asustó y tuvo que emitir después una larga explicación. Pero "quien se explica se complica" y no le sirvió de nada tener toda la razón. Porque el domingo Pinochet revivió. "...

"La Constitución del 80 es un muerto caminando". ¡Difunta envidiable, que arrasó en la votación!"...

se debe entender que la Constitución de 1980, es tan democráticamente correcta, que contempla el que se le hagan  todas las modificaciones y cambios que sean necesarias en acuerdo a las necesidades del progreso y desarrollo de Chile. 

Apenas tres años después del estallido social que llevó a un acuerdo para convocar el proceso para elaborar una nueva Constitución, el triunfo del RECHAZO en el plebiscito del  domingo 4 septiembre de 2022, por un margen mayor incluso al pronosticado por las encuestas, supone un problema político mayúsculo para la izquierda, los traidores de derecha esbirros de la ONU, quienes a toda costa pretenden imponer un texto constitucional de acuerdo con los planes de la agenda ONU 2030. 

El mamarracho constitucional elaborado por la Convención Constituyente convocada a tal fin se queda en eso, en un proyecto fallido, y la Constitución aprobada por el gobierno del Presidente Capitan  General Augusto Pinochet Ugarte en 1980 posteriormente modificada en 2005 en mas de 200 partes llevando la firma del presidente Lagos y los partidos políticos que la aprobaron se mantiene en vigor. 

Pretender decir que "en Chile rige la Constitución de 1980 es un cliché usado por la izquierda para provocar división., el resultado apruebo en 2020 cuando el 78% votó por un cambio constitucional no deslegitima la Constitución, ya que el acuerdo de "paz" de 2019 daba por cerrada la consulta en un plebiscito de salida, dejando claro que el RECHAZO a la proposición de la Convención Constitucional en cualquier porcentaje obliga al país y los políticos a reconocer la legalidad vigente, como único elemento viable para dar gobernabilidad al Estado de Chile.

Tanto el gobierno izquierdista como la derecha política traidora engañán a la ciudadania cuando pretenden seguir   con  "el proceso constituyente", que esta solamente contemplado en los planes de la agenda 2030 de la ONU, y no en la legislación vigente. 

Cualquier acuerdo respecto a modificaciones de la Carta Magna deben ser hechos por el congreso considerando un Quórum de 4/7 y los procesos legales al amparo de la Constitución que rige nuestra Nación.