La guerra en Ucrania repercute en todas las regiones del mundo

El conflicto asesta a la economía un grave golpe que frenará el crecimiento y elevará los precios.Sin dudas que esta es otra maniobra del globalismo que no debe confundirse con la globalización.

¿Que es el globalismo? 

"Globalismo", es un término que aparece con frecuencia en los discursos y en las críticas del ex-presidentecomo el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, globalismo significa cosas diferentes para distintas personas. 

Para el  ministro de Relaciones Exteriores brasileño, Ernesto Araújo, por ejemplo, globalismo es una "configuración actual del marxismo", de la cual Brasil y el mundo necesitan liberarse, afirmó el canciller en su blog Metapolítica .  


En la practica el izquierdismo y el progresismo liberal sirviendo a los globalistas intentan apoderarse de la "globalización" económica como un mecanismo  controlador imponiendo en la esfera mundial la hegemonía del izquierdismo cultural".

En su discurso de la 73ª Asamblea General de Naciones Unidas, Trump dijo rechazar lo que llama "ideología del globalismo" que, desde su punto de vista, se opone a su lema de "Estados Unidos primero", y debe entenderse que el ex-presidente maneja un listado de nombres de globalistas norte-americanos (esta lista incluye nombres de globalistas de Mexico Estados Unidos y Canada).

Y ¿qué es la globalización?.

Se refiere a la creciente integración de las economías de todo el mundo, especialmente a través del comercio y los flujos financieros. Este término describe el desplazamiento de personas (mano de obra) y la transferencia de conocimientos (ciencia y tecnología), mercancías a través de las fronteras internacionales.

Ucrania y Rusia
Aparte del sufrimiento y la crisis humanitaria causados por la invasión rusa de Ucrania, toda la economía mundial siente los efectos de la desaceleración del crecimiento y el aumento de la inflación.

Los efectos se transmiten por tres canales principales. 
En uno, los precios más altos de productos básicos como los alimentos y la energía elevan la inflación, lo cual a su vez erosiona el valor de los ingresos y deprime la demanda. 

En el segundo, las economías vecinas en particular tendrán que hacer frente a perturbaciones en el comercio, las cadenas de abastecimiento y las remesas, así como a un aumento histórico de los flujos de refugiados. 

Y en el tercero, la confianza mermada de las empresas y la mayor incertidumbre de los inversionistas incide en los precios de los activos, endureciendo las condiciones financieras y posiblemente provocando salidas de capitales de las economías emergentes.

Rusia y Ucrania son importantes productores de materias primas, y las perturbaciones han provocado una escalada de los precios mundiales, sobre todo de petróleo y gas natural. Los costos de los alimentos se han disparado; el trigo, del que Ucrania y Rusia exportan un 30% mundial, ha alcanzado precios históricos.

How War in Ukraine Is Reverberating Across World’s Regions - Blog: chart 1

Aparte de las repercusiones mundiales, los países con exposiciones directas por vía del comercio, el turismo o las finanzas soportan presiones adicionales. Las economías que dependen de las importaciones de petróleo registran mayores déficits fiscales y comerciales y un aumento de la presión inflacionaria, pero algunos exportadores, como los de Oriente Medio y África, se benefician de los precios más altos.

Las subidas más drásticas de los precios de los alimentos y los combustibles pueden incrementar el riesgo de malestar en algunas regiones, desde África subsahariana y América Latina hasta el Cáucaso y Asia Central, y es probable que la inseguridad alimentaria se agudice más en partes de África y Oriente Medio.
Cuantificar estas repercusiones es una tarea difícil, pero desde ya resulta probable que nuestros pronósticos se revisen a la baja cuando presentemos un panorama más completo en nuestro informe sobre las Perspectivas de la economía mundial (informe WEO, por sus siglas en inglés) y las evaluaciones regionales.


A más largo plazo, es posible que la guerra altere fundamentalmente el orden económico y geopolítico mundial, si se produjeran una transformación del comercio de energía, una reconfiguración de las cadenas de abastecimiento y una fragmentación de los sistemas de pagos, y si los países se replantearan la composición de sus tenencias de monedas de reserva. El agravamiento de la tensión geopolítica acrecienta los riesgos de fragmentación económica, sobre todo en materia de comercio y tecnología.


Europa 

El costo ya es enorme en Ucrania. Las sanciones sin precedentes impuestas a Rusia reducen la intermediación financiera y el comercio, causando inevitablemente una profunda recesión en esos países. La depreciación del rublo está alimentando la inflación, menoscabando cada vez más los niveles de vida de la población.
La energía es el principal canal de propagación de las repercusiones en Europa dado que Rusia es una fuente crucial de importaciones de gas natural. Los trastornos más generalizados en las cadenas de abastecimiento también pueden acarrear consecuencias graves. Estos efectos darán fuelle a la inflación y desacelerarán la recuperación posterior a la pandemia. Europa oriental experimentará aumentos de los costos de financiamiento y en el número de refugiados. La región ya ha absorbido la mayor parte de los 3 millones de personas que han abandonado Ucrania recientemente, según datos de las Naciones Unidas.


Es posible que los gobiernos europeos también deban confrontar presiones fiscales derivadas de aumentos del gasto en seguridad energética y en presupuestos de defensa.
Si bien a nivel mundial las exposiciones externas frente a los activos rusos que se desploman son moderadas, la presiones sobre los mercados emergentes pueden aumentar si los inversionistas optaran por buscar plazas más seguras. De igual forma, las exposiciones de la mayoría de los bancos europeos frente a Rusia son moderadas y manejables.

Cáucaso y Asia Central
Más allá de Europa, estas naciones vecinas notarán mayores consecuencias derivadas de la recesión en Rusia y las sanciones. Los estrechos vínculos comerciales y de los sistemas de pago traen consigo una moderación del comercio, las remesas, la inversión y el turismo, lo cual incidirá negativamente en el crecimiento económico, la inflación y las cuentas externas y fiscales.
A los exportadores de materias primas debería beneficiarles el alza de los precios internacionales, pero también se enfrentan al riesgo de una disminución de las exportaciones de energía si las sanciones se extienden a los oleoductos y gasoductos que atraviesan Rusia.

Oriente Medio y Norte de África
Es probable que los precios más altos de los alimentos y la energía y las condiciones financieras mundiales más restrictivas tengan fuertes repercusiones. Egipto, por ejemplo, importa alrededor del 80% de su trigo de Rusia y Ucrania. Y, al ser un popular destino turístico de ambos países, sufrirá una contracción del gasto de visitantes.
Las políticas para contener la inflación, como los mayores subsidios del gobierno, podrían ejercer presión sobre las ya débiles cuentas fiscales. Además, el empeoramiento de las condiciones financieras externas puede ocasionar salidas de capital e imponer un lastre al crecimiento en los países con niveles elevados de deuda y fuertes necesidades de financiamiento.
Las subidas de precios pueden exacerbar las tensiones sociales en algunos países, como los que adolecen de redes de protección deficientes, pocas oportunidades de empleo, espacio fiscal limitado y gobiernos impopulares.


África subsahariana 
Esta crisis pone en peligro el progreso que se estaba logrando justo cuando el continente estaba recuperándose poco a poco de la pandemia. Muchos países de la región son especialmente vulnerables a los efectos de la guerra, precisamente por el encarecimiento de la energía y los alimentos, la disminución del turismo y las posibles dificultades para acceder a los mercados internacionales de capital.
El conflicto ha estallado en un momento en que la mayoría de los países disponen de un margen mínimo para aplicar políticas para contrarrestar los efectos del shock. Esto tenderá a intensificar las presiones socioeconómicas, la vulnerabilidad de la deuda pública y las secuelas duraderas de la pandemia a las que ya se enfrentaban millones de hogares y empresas.
Los exorbitantes precios del trigo son especialmente preocupantes para una región que importa alrededor de un 85% del suministro, del cual un tercio proviene de Rusia o Ucrania. 


Las Américas 
Los precios de los alimentos y la energía son el principal canal de transmisión de las repercusiones, que serán sustanciales en algunos casos. Es probable que los precios elevados de las materias primas aceleren notablemente la inflación en América Latina y el Caribe, en donde cinco de las principales economías ya registran una tasa anual media de 8%: Brasil, México, Chile, Colombia y Perú. Es posible que los bancos centrales tengan que defender con más tesón la credibilidad de la lucha contra la inflación. 
Los efectos del encarecimiento de las materias primas en el crecimiento varían. Los precios más altos del petróleo perjudicarán a los importadores en América Central y el Caribe, mientras que los exportadores de petróleo, cobre, mineral de hierro, maíz, trigo y metales pueden cobrar más por sus productos y amortiguar el impacto en el crecimiento.
Las condiciones financieras siguen siendo relativamente favorables, pero la intensificación del conflicto puede causar tensiones financieras mundiales que, sumadas a una política monetaria más restrictiva, impondrán un lastre al crecimiento.
Estados Unidos no tiene lazos insalvables de dependencia con Ucrania y Rusia, lo cual diluye los efectos, pero la inflación ya había tocado un máximo no registrado en cuatro décadas antes de que la guerra incrementara los precios de las materias primas. Esto significa que los precios quizá sigan subiendo al tiempo que la Reserva Federal empieza a elevar las tasas de interés.


Asia y el Pacífico 
Los efectos derivados de Rusia probablemente sean limitados dada la falta de vínculos económicos estrechos, pero el menor crecimiento de Europa y de la economía mundial pasará una fuerte factura a los grandes exportadores.
Los mayores efectos en las cuentas corrientes se observarán en las economías importadoras de petróleo de la Asociación de Naciones del Asia Sudoriental (ASEAN), India y las economías preemergentes, incluidas algunas islas del Pacífico. Esta situación podría verse agravada por la disminución del turismo en naciones que dependen del turismo ruso.

En el caso de China, los efectos inmediatos deberían ser más reducidos porque el estímulo fiscal ayudará a alcanzar la meta de crecimiento fijada para este año de 5,5%, y porque Rusia compra una cantidad relativamente pequeña de sus exportaciones. Aun así, los precios de las materias primas y el debilitamiento de la demanda en los principales mercados de exportación plantean nuevas dificultades.
Los efectos secundarios son similares en los casos de Japón y Corea, donde nuevos subsidios al petróleo podría atenuar los impactos. En India, los mayores precios de la energía elevarán la inflación, que ya se encuentra en la parte superior del rango fijado como meta por el banco central.

Las presiones sobre los precios de los alimentos en Asia deberían verse aliviadas por la producción local y la mayor dependencia del arroz que del trigo. La carestía de las importaciones de alimentos y energía elevarán los precios a los consumidores, aunque los subsidios y los topes sobre los precios de los combustibles, alimentos y fertilizantes posiblemente amortigüen el impacto inmediato, pero con costos fiscales.


Shocks mundiales
Las consecuencias de la guerra de Rusia en Ucrania ya han conmocionado no solo a esas naciones sino también a la región y el mundo, y ponen de manifiesto la importancia de contar con una red mundial de seguridad y mecanismos regionales para proteger las economías, que es hacia donde se dirigen los promotores de la oferta globalista con la instauración de un gobierno mundial.

«Vivimos en un mundo más propenso a los shocks», declaró la Directora Gerente del FMI ante periodistas en una rueda de prensa en Washington. «Y necesitamos un frente mancomunado para encarar los shocks que vendrán».

Aunque algunos efectos quizá no se materialicen en su totalidad por muchos años, ya hay señales claras de que la guerra y la consiguiente escalada de los costos de materias primas esenciales complicarán la tarea de las autoridades en algunos países de encontrar el difícil equilibrio entre contener la inflación y apoyar la recuperación económica tras la pandemia, vale decir sí o sí la agenda 2030 tiene que imponerse...controlar la población y su crecimiento demográfico, sin importar el costo que incluye la amenaza de una confrontación con armas nucleares.

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