Allende no dudo en indultar a los delincuentes
A poco andar, el gobierno de Salvador Allende procedió a indultar a los cabecillas del MIR Edgardo y Miguel Enríquez, Luciano Cruz, Bautista Von Schouwen, Max Joél Marambio, Sergio Zorrilla, Humberto Sotomayor y Andrés Pascal Allende, hijo de Laura Allende, -hermana del Presidente-, encarcelados por actos de violencia política y delitos comunes, tales como asaltos a bancos, cometidos durante la administración del Presidente Frei Montalva. De inmediato estos tristemente célebres personajes pasaron a convertirse en "orejeros" de Allende y sus secuaces mas cercanos aduladores por conveniencia, malintencionados que hablaban mal de los que se oponian a sus designios en forma tan peligrosa, que por causa de ellos muchas personas fueron muertas , heridas o despojadas de sus bienes, haciendo creer que eran así por por causa del idealismo que los motivaba]
El MIR sí mantuvo estrechas relaciones con los " elenos " del Partido Socialista de Altamirano, con el MAPU de Garretón, con la Izquierda Cristiana de Jaime Gazmuri y, por sobre todo, con el Partido Comunista, aunque esto se disimulo como que los miristas era guevaristas y los comunistas pro-sovieticos. Pero al final todos eran una sola alma.
De tal modo que las extremas consignas del MIR, a instancias de Corvalán el secretario general del PC eran repudiadas aparentemente por la UP, para ser finalmente acogidas porque todo fue una completa mascarada. Se uso al MIR como los propiciadores de las "tomas", de las "expropiaciones", de los "Comandos Comunales" de los "Cordones Industriales". etcéteras, pero todos estaban embarcados en el mismo tren de actividades.
El conglomerado de extremistas y subversivos izquierdistas, antes y después de 1970, propiciaba reiteradamente que debía hacerse uso de la vía armada para asumir el poder del país como único e inevitable camino. El discurso izquierdista siempre redundaba en el "ejercicio del poder por parte de los trabajadores", "la confrontación armada con la clase dominante". "Pueblo conciencia fusil". "La momia al colchon el momio al paredon".
Así se llega a los días previos al "11", oportunidad en que en una de sus últimas declaraciones afirmaban: "hoy los estrategas de la derrota y de la claudicación llaman a continuar la capitulación por la vía del diálogo (con la DC) y del plebiscito (abandono del poder por parte del de Salvador Allende), que asegura al reformismo un lugar en la democracia burguesa" "el pueblo no olvida jamás a sus verdugos".Todo ello deja en evidencia que el MIR, el partido Socialista, el MAPU-garreton la Izquierda Cristiana, estuvieron siempre alejados de una posible salida democrática del desastre UP y que su objetivo final era llegar al enfrentamiento armado, como de hecho así ocurrió después del "11 de Septiembre".
El partido Socialista desde 1965 en su congreso de Linares propiciaba la lucha armada, el PS tuvo como fundador, entre otros, al propio Salvador Allende, y este coincidía paralelamente con los planteamientos del MIR, casi desde los primeros días de la administración UP.
HABLA CARLOS ALTAMIRANO
El entonces Senador Carlos Altamirano expresaba en forma permanente que el enfrentamiento era inevitable. Lo manifestó públicamente a un periodista de la cadena cubana de noticias "Prensa Latina" en una entrevista publicada como separata en la revista del MIR Punto Final Nº 120, del 22 Diciembre 1970 (puede consultarse en la Biblioteca Nacional):
"No me cabe duda -expresó en la ocasión-, de que a medida de que se radicalice el proceso por la construcción de una nueva sociedad en nuestro país, tendrá que venir un serio enfrentamiento entre las fuerzas conservadoras, tradicionales, que defienden su statu-quo y la que está pugnando por crear una nueva sociedad"
-Pregunta: ¿La Unidad Popular se prepara para este enfrentamiento?
-Altamirano: "Sí. Nos preparamos y pensamos que el desarrollo y la radicalización del proceso debe llevar a ese enfrentamiento..., sin desearlo nosotros, tendrá que venir"
Dos años más tarde, el 1 Marzo 1972, en conferencia de prensa en el Senado, Carlos Altamirano expuso que: "por ningún motivo se devolverían las empresas incorporadas al área social" (expropiadas ilegalmente), y añadió amenazador:"Advertimos que, sin perjuicio de la razón legal y constitucional que le asiste al gobierno, los trabajadores sabrán usar sus propias armas o métodos de combate".
Quedo claro, entonces, que éste fue uno de los personajes a quién debió pedírsele cuentas por pregonar la violencia irracional en Chile y, sin duda, como uno de los responsables directos de la enérgica reacción militar del 11 de Septiembre.
En noviembre de 1972 y con motivo del desarrollo del entonces denominado "Paro de Octubre" en que el país prácticamente quedó inmovilizado, Altamirano declaró al corresponsal de la agencia cubana Prensa Latina: "Los socialistas vemos esto (el paro) como el preludio de una serie de futuros choques de clase, cada vez mayores, que tendrán que culminar en la batalla final por la disputa del poder"¿Es o no un descabellado llamado a la violencia?
Con motivo de el acto eleccionario de marzo 1972, Altamirano agregaría a sus desafortunadas declaraciones: "Las elecciones no resolverán la dura lucha de clases dentro de nuestro país". Estaba haciendo un llamado al enfrentamiento.
El 10 Junio 1973, hablando por cadena de emisoras añadió que: "la reacción está empeñada en guerras locales. Como auténtica vanguardia política, asumimos nuestra responsabilidad de conducir al pueblo y a los trabajadores en esta guerra de clases no declarada, que no hemos buscado, pero que tampoco tememos ni esquivamos".
Según la situación del país se hacia más tensa, el Senador Altamirano fue haciendo todavía más explícito su lenguaje. Dirigiéndose a los Cordones Industriales junto al MIR propuso "la creación de tribunales del pueblo, para juzgar a los delincuentes políticos y económicos de la reacción". En un claro llamado a armarse dijo: "La actitud de la reacción (opositores) pretende dejar inerme al pueblo, mientras ellos arman hasta los dientes a sus comandos terroristas... El pueblo no es ingenuo... Los puños y la conciencia revolucionaria no bastan para defender la patria..." "el pueblo, -concluyó- está en condiciones de incendiar y detonar al país desde Arica a Magallanes en una heroica ofensiva libertaria y patriótica..."
En la revista Punto Final Nº 177 - 13 Febrero 1973, el periodista de la cubana Prensa Latina le pregunta si el enfrentamiento era inevitable y Carlos Altamirano contesta: ¡Inevitable!
Este extremista de cafetín sería uno de los primeros en asilarse tras el Pronunciamiento Militar de 1973.
Años más tarde y al regreso de su largo y dorado exilio Altamirano, en el libro/entrevista de la periodista Patricia Politzer, reconocería que el número de extremistas paramilitares de izquierda presentes en Chile al "11" era cercano a los 10.000 efectivos.
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