El derrocamiento de Allende fue inevitable

El derrocamiento de Allende fue inevitable

El Cardenal Raúl Silva Henríquez, fallecido en abril de 1998, recordaría en sus memorias: "Los obispos habíamos concordado en que el golpe había sido previsible y casi inevitable; estábamos conscientes, como muchos en el país, de que la última etapa del gobierno de la UP nos había acercado como nunca antes a un clima de guerra civil, cuya resolución era imprevisible, pero de todas maneras sangrienta. Entendimos sinceramente que las Fuerzas Armadas pondrían fin al clima de violencia, y que luego, a la brevedad posible y, como en sus propias declaraciones lo dijeron, retornarían a sus funciones profesionales". 

Las Fuerzas Armadas y de Orden necesitaron 17 años en hacerlo. No pudo ser más corto el periodo, pero el legado fue un Chile caminando hacia el PROGRESO Y EL DESARROLLO  en todas las áreas que le competen a un país.

Chile se hundía 

En el desorden social, la pobreza, y la corrupción de los políticos de izquierda [al igual que hoy], y cuando la izquierda traspaso todos los limites de una democracia burlada, cuando se acercaba a una brutal guerra civil, sólo entonces los militares y carabineros, decidieron asumir el mando de la nación. 

Luego de esperar durante un plazo prudente y buscando no comprometer todavía más gravemente el futuro de Chile, y no existiendo una posible salida legal a la honda crisis, cuya responsabilidad histórica correspondió exclusivamente al señor Allende y a los más conspicuos personajes de la Unidad Popular. Políticamente todos los caminos conducían a lo mismo "el enfrentamiento civil[ y no existe razón de negarlo, antes del derrocamiento de Allende los Estados Unidos y otros países de Latinoamérica, algunas organizaciones extranjeras, colaboraron como pudieron para sacar a Chile del marasmo al que nos llevo el izquierdismo.


Documentos revelan las deliberaciones de Nixon y Kissinger para derrocar a Salvador Allende

El asesor de Nixon Henry Kissinger, dijo que “su decisión sobre qué hacer puede ser la decisión más histórica y difícil en asuntos exteriores que tendrá que tomar este año, por que lo que pase en Chile en los próximos seis a doce meses tendrá ramificaciones que irán más allá de las relaciones entre EE.UU. y Chile”.

Kissinger califico a Allende como "un marxista duro y dedicado", profundamente "anti estadounidense" que intentará "establecer un estado socialista y marxista en Chile" y que buscará eliminar la influencia de Estados Unidos "en Chile y el continente" para establecer relaciones estrechas con la Unión Soviética, Cuba y "otros países socialistas".

"La consolidación de Allende en el poder en Chile, por lo tanto, supondría varias amenazas muy graves a nuestros intereses y posiciones en el continente", advierte en el memorándum Kissinger.

La UP sabia que podian destruir la democracia de Chile

Cabe señalar que no fueron sólo los militares quienes desencadenaron el acto final. En ese día 11 de septiembre 1973, las informaciones de los servicios  inteligencia militar coincidían en señalar que desde mediados de 1973, la UP tenía claro que su política económica aplicada había dado sus frutos, puesto que ella por si sola había sumido al país en lo que calculadamente buscaban: destruir el sistema de gobierno de Chile y su democracia, y sus dirigentes se vanagloriaban secretamente en sus reuniones que no existía una salida democrática posible, y que ellos al no renunciar al Gobierno se produciría el estallido social que buscaban. 

Allende y sus seguidores lo tenían claro, así como también los comandantes militares que estaban en el gobierno de Allende ocupando algunos ministerios, estas personas mostraban una aparente neutralidad no deliberante, lamentablemente estaban comprometidos con el izquierdismo y su revolución [Como Comandante en Jefe Carlos Prats negoció la compra de armamentos a la URSS y prometió a la extrema izquierda entregarle armas en caso de un enfrentamiento interno. Eso está documentado por el historiador Víctor Farías en variados artículos y en  Víctor Farías: “Salvador Allende: el fin de un mito”, Maye, Santiago, 2006, p. 173.].  

Surgió, de acuerdo a todos estos antecedentes, la evidencia del intento de tomar el poder en forma total mediante una guerra civil, esta  fue una realidad que se escondía mediante la constante de hacer creer que ellos no deseaban una "guerra "civil", pero históricamente esta comprobado que los grupos de choque de los izquierdistas, todos se confrontaban a muerte con los opositores al gobierno, y ademas gracias a estos informes de inteligencia se  descubrieron planes específicos del gobierno de Allende para ganar la guerra civil.

El Plan Z

Antes que se describa este plan debe darse por entendido que la Inteligencia
Militar, es responsable de toda la información recopilada durante las misiones que son encomendadas por la superioridad para conocer los posibles enemigos del Estado. Proporcionando así orientación fundamental salvar  vidas de  soldados y civiles que luchan contra un enemigo interno o externo de la Nación [Chile]. 

La inteligencia militar esta subordinada a los altos mandos y trabaja con fuerzas seleccionadas al interior de las FF.AA., y otras Fuerzas aliadas que sirven al Estado [Carabineros, policía civil], en la recopilación de información para evaluar los riesgos y neutralizar las amenazas y así salvar vidas y bienes públicos, en algunos casos comprobados, los "servicios de inteligencia" incluso han servidos para rescatar vidas de secuestrados y de amenazas de muerte de civiles.

El Plan Zeta fue eso, una cantidad determinada de documentos e informaciones de distintas fuentes, de los planes que tenia la izquierda coordinada por sus distintos partidos mediante su propio servicio de inteligencia, a este respecto se debe destacar la disciplina y buen servicio de inteligencia del Partido Comunista Chileno, que en aquel periodo era asesorado por la Inteligencia Cubana y la KGB sovietica por sobre los otros partidos de la UP.

De acuerdo a las informaciones recopiladas, la vía violenta se iniciaría con la eliminación de seleccionados altos oficiales de las FF.AA y Carabineros, esta seria una tarea de comandos terroristas del MIR y del PS.

También debían ser ajusticiados connotados dirigentes políticos, gremiales opositores al izquierdismo, no escapaban de la lista miembros del clero católico, como también personalidades de la farándula quienes notoriamente eran de oposición al gobierno de Allende.

Tras los diversos allanamientos llevados a cabo a partir del mismo 11 de Septiembre, se encontró detallada documentación relacionada con la asonada, donde se incluía datos personales, registros relativos a quienes serían eliminados y de la respectivas asignación de terroristas para ejecutarlos, todos identificados mediante seudónimos o "chapas" de combate, la rapidez del Pronunciamiento Militar y de Carabineros  no permitió que la izquierda pudiera deshacerse de estas antecedentes que mantenían en el secreto de cajas de fondos. 

Con el advenimiento de los politicos y sus gobiernos, la izquierda ha manejado tan sutilmente el engaño de que no tenían un plan Z, y que no habian guerrilleros extranjeros operando en Chile, pero basta decir que nunca la entrada de estos individuos ni su abandono del pais, fue registrado por los organismos correspondientes, y por ello frente a estas situaciones , es que incluso hasta aquellos que estuvieron a favor del derrocamiento de este fracasado gobierno, dudan de que existió el Plan Zeta.

El 18 de septiembre de 1973, Julio Arroyo Kuhn, periodista del diario El Mercurio, titulaba a su columna del día "Ex Gobierno marxista preparaba autogolpe". Con ello se refería al "Plan Z". Un supuesto plan del gobierno de Salvador Allende para terminar con la oposición a su gobierno. En la actualidad no existe un único documentos que permitan confirmar el anhelo de la administración de Allende por llevar acabo dicho autogolpe, el plan Z como tal fue la recopilación y el trabajo de distintos agentes del Estado en sus distintas ramas militares y policiales, que se coordinaron inicialmente de acuerdo a la situación de urgencia de los primeros meses del Gobierno Militar.

Recién en noviembre de 1973 se crea la comisión de  de Inteligencia Militar conjunta y, el año 1974, mediante el Decreto Ley Nº 521, dictado el 14 de junio, se creó formalmente la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), continuadora – según ese mismo decreto – de la Comisión DINA.

El historiador Gonzalo Vial, junto a varios otros periodistas y políticos que apoyaron el derrocamiento de Allende, conocieron evidencia al respecto, ellos testificaron haber vistos los documentos de primera mano. Así lo manifestó el historiador al asumir sin pudor alguno su autoría del "Libro Blanco del Cambio de Gobierno", en el cual se relatan los planes que la Unidad Popular habría tenido para perpetuarse en el poder. 

El plan debió haberse llevado a cabo el 19 de septiembre de 1973, Día Nacional del Ejército de Chile. En esa instancia,  Allende invitaría almorzar a Palacio a las distintas cabezas de las Fuerzas Armadas, momento en el cual estas serían acribilladas por los meseros. A solo veinticuatro horas del asesinato, se instauraría la "República Popular Democrática de Chile", como relataban los documentos encontrados en el Banco Central y en la caja fuerte del ministro de seguridad de Allende, Daniel Vergara.

La confusión sembrada y la negación del Plan Zeta

La CIA, a través de la desclasificación de sus archivos, aseguró que el Plan Z no fue más que una guerra psicológica de las Fuerzas Armadas chilenas para desbaratar el marxismo en el país y justificar la persecución de la oposición.

Efectivamente el Plan Zeta en su conjunto sirvió para poder enfrentar a la izquierda en una guerra interna que cobardemente no declaró, sus células fueron terroristas y guerrilleros, que se ocultaban tras disfraces, mujeres, inocentes ninos, ancianos, iglesias, sacerdotes que se prestaron para conjurar contra el Gobierno Militar, organizados con comandos y líderes chilenos y cubanos, no pudieron ir mas allá, de lo que ya es conocido por la verdadera  historia [las acciones de la izquierda jamás respetaron convención ni tratado internacional respecto a la guerra y el trato de prisioneros, nuestros soldados caidos fueron ajusticiados a sangre fría]. 

La acción oportuna de las fuerzas de seguridad que consiguieron derrotar a la izquierda fue gracias al conocimiento y uso del conocimiento del Plan Z [se puede leer y juzgar a la luz de un izquierdista este plan] como fue denominado por la Inteligencia Militar el conjunto de la informacion del autogolpe. Y cabe hacer notar que mucho de lo recopilado fue hecho desaparecer como protección, para aquellos izquierdistas que se arrepintieron de sus fechorías y se transformaron en fieles colaboradores del Gobierno Militar, para muchos de ellos la protección no los alcanzo y fueron ajusticiados y desaparecidos por sus propios camaradas.

Otro antecedente comprobatorio  del autogolpe de la izquierda es el conocimiento que tuvieron muchos de los líderes Demócrata Cristianos de la época, el 8 de julio de 1973, Eduardo Frei, presidente del Senado en declaración conjunta con el presidente de la Cámara de Diputados, Luis Pareto, señalan que Chile vive un momento de crisis de extrema gravedad, debido a que una minoría ha querido “imponer un esquema ideológico y programático que la mayoría del país rechaza”.


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