Subvertir a la marinería
En los mismos mil malditos días del gobierno de Allende pero en otro escenario, tres de los más altos dirigentes del extremismo izquierdistas intentaron subvertir a la marinería de la Armada.
Se embarcaron el la traición Miguel Enríquez, secretario general del MIR; Carlos Altamirano (alias "Mayoneso"), secretario general del Partido Socialista "Guevarista" y Senador de la República, y el Diputado Oscar Guillermo Garretón, secretario general del MAPU, impulsaron un complot entre marineros -cercanos a cien-, y unos pocos sub-oficiales, destinado a apoderarse de dos buques de la Armada en Valparaíso, a objeto de bombardear el puerto en un desproporcionado intento por imponer la dictadura del señor Allende. Esta es una entre tantas razones de porque fueron tan severamente perseguidos, esto delito de traición a la Patria debe ser castigado con pena de muerte ipso facto si son sorprendidos en el acto
Estos dirigentes se habían reunido en diversas ocasiones complotando con los jefes de los traidores, la sublevación debía estallar a finales de Agosto de 1973.
Sin embargo, pocas horas antes de que ocurriera la traición, fue descubierta y de inmediato se procedió a la detención de los traidores y se dió comienzo al respectivo juicio militar, en el transcurso del cual el testimonio de más de una veintena de testigos y confabulados, concluyó por envolver en los hechos señalados a estos tres dirigentes, por lo que se pidió a la Corte de Apelaciones del Valparaíso el desafuero de Altamirano y Garretón y la detención de Enriquez. La traición a la Patria tenía además ramificaciones en el puerto de Talcahuano.El desafuero de el senador y el diputado fue obviado por el Pronunciamiento Militar y la fuga de los tres procesados los llevo a la clandestinidad.
Las intenciones entonces resultaron claras, aún para el más desprevenido observador. La Unidad Popular, no satisfecha con pasar a llevar la voluntad mayoritaria de este país, la Constitución y las Leyes de la República y de paso destruir la economía y las bases morales de todo un pueblo, sembrando el odio, la violencia y la muerte, se aprestaban a dar inicio a la vía violenta en un intento por conquistar el poder absoluto, fundamentado en la fuerza y el crimen y, en la implantación de la "dictadura del proletariado", tal como lo reclamara en uno de sus últimos número de la época, la revista del MIR Punto Final.
Vino entonces el derrocamiento de Allende con la toma del Palacio de la Moneda donde mas de 300 extremistas fuertemente armados, incluyendo metralla punto cincuenta, pretendieron defender La Moneda. A fin de evitar derramamiento de sangre innecesario, la determinación de la Junta de Gobierno, fue usar 2 aviones Hawker Hunter que disponían de misiles de alta precisión, para efectuar la operación de disuasión que obligo a los extremistas defensores de Allende a rendirse.
Para Salvador Allende las cúpulas militares al mando le propusieron una rendición y su disposición un avión para que abandonara el país con el destino que le pareciese conveniente.
En principio aceptó, para más tarde quitarse la vida utilizando en ello un fusil ametralladora obsequiada y dedicada por el propio Fidel Castro.
Esta situación fue utilizada durante mucho tiempo por la propaganda anti chilena presentando el suicidio como un crimen perpetrado por los militares. Pasarían largos años hasta que apareciera en un reportaje de la televisión chilena, el ideólogo y asesor personal de Allende, él español Juan Garcés, reconoció que en realidad se había tratado de un suicidio.
Cuatro fueron los actores políticos de mayor responsabilidad en lo que puede denominarse como el desastre de la UP: El MIR, el Partido Socialista, el Partido Comunista y el MAPU. Los dirigentes de estos partidos y Allende son los verdaderos culpables de la destrucción de Chile. El Gobierno Militar puso termino al gobierno izquierdista, dando lugar a la Reconstrucción Nacional.
El Movimiento de Izquierda Revolucionaria [MIR] como estrategia engañosamente se mantuvo al margen de la UP; no obstante, sus conexiones con ésta y con el extremista Allende demostraron ser la vanguardia armada de la izquierda. Prueba de ello es que el Grupo de Amigos Personales, o GAP, era dirigido por Max Joel Marambio - quien llegaría a ser un acaudalado empresario con dineros de la mafia castrista.
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