Viernes 12 enero de 2024 Blog de don Hermógenes
¿Vale la Pena Escribir?
Han pasado cinco días y no he escrito ningún blog. Creo que es la primera vez desde que los inauguré, a comienzos de 2010. Este silencio es debido a la sensación de que ya no vale la pena escribir. Pues en mi blog anterior denuncié la condena a veinte años de presidio, como supuestos autores de doble homicidio calificado (uno consumado y el otro frustrado), resuelta por la Corte Suprema, contra cuatro oficiales inocentes, por las quemaduras accidentales de Rodrigo Rojas y Carmen Gloria Quintana con sus propios combustibles. Esos molotovs de ambos estaban destinados a incinerar a civiles que quisieran ir a trabajar en un "día de protesta".
Condena judicial escandalosa e intolerable. La sala penal de la Corte Suprema ha sobrepasado ya el nivel de su propia iniquidad previa. Peor aún, porque uno de sus condenados de hoy prestó en 1986 un señalado servicio de protección a la vida de los civiles contra actos terroristas incendiarios. Ya por ello sufrió una condena menor en 1986. Esta es la segunda vez que se le sanciona por defender a la civilidad de un atentado incendiario. Es decir, ahora había, además, cosa juzgada. Non bis in ídem, decían los romanos. Acá se ignora tanto la ley vigente como el derecho ancestral.
¿Qué se saca con escribir en un país donde los agresores son "víctimas", los totalitarios son "demócratas" y los que protegen a la ciudadanía de saqueadores, incendiarios y terroristas son "violadores de derechos humanos"?
Hechos: la pareja terrorista resultó, por un azar del destino, quemada accidentalmente. Los deudos del subversivo que murió han sido indemnizados generosamente, La sobreviviente Quintana también, y ocupa un alto cargo diplomático en reconocimiento "a los servicios prestados".
Probablemente el grueso de la opinión pública nacional a internacional, repetidora de consignas, opina que "los militares los quemaron por pensar distinto". ¡Ése es el penoso destino que espera a la versión verdadera de los hechos, cuando acaecen en Chile!
Cuando a fines del siglo XIX, en Francia, el escritor Émile Zola escribió su famoso artículo "J'accuse!", ante la condena injusta del oficial Dreyfuss por un supuesto crimen que no había cometido, la sociedad entera se alzó en una protesta airada. La justicia fue restablecida. Es que había una reserva moral.
En el Chile actual, ante la misma circunstancia., "nadie dice nada, nadie dice nada", Para que haya "reserva moral" tiene que haber alguna moral.
Tal vez hasta deberíamos "darnos a santo", porque no sería extraño que se aprobara una legislación para perseguir judicialmente a quien denuncie una prevaricación judicial. Hay leyes en trámite para ese efecto.
En buenas cuentas ¿vale la pena escribir en un país donde la gente prefiere "mirar para otro lado"?
Patricio Castillo12 de enero de 2024, 18:28
Claro que debe seguir escribiendo. De chico, escuché que la reserva moral de Chile estaba en los militares. Yo me pregunto: ¿Dónde está la reserva moral?. Le contesto: en la tropa. En el descontento que cada día aumenta. Siga escribiendo. Saludos
El rebe 12 de enero de 2024, 23:00
Ante todo :
No pues don Hermógenes usted tiene mucho que aportar a la historia del Chile de este desgraciado enfermo mental y los okupas que le acompañan a destruir lo que tanto sacrificio le ha costado a una clase media y baja construir.
Nos quedan los cimientos y su legado nos permitirá volver a construir. Para algunos de nosotros su blog es una bendición y una luz en medio de esta oscuridad que porta la izquierda los progresistas y traidores piñeristas y kastkianos.
Gracias a la web muchos mantenemos nuestro propio archivo con sus obras editadas.
Siga adelante hasta cuando exista en usted la voluntad de hacerlo.
Lo que sí debiera hacer es no permitir ninguna participación de trolles que lo insulten o menosprecien sus escritos, alguien puede estar en desacuerdo con sus ediciones, pero no les da derecho para atacar su persona, máxime si los que participamos debemos considerar que son anónimos si no se presentan con su nombre y apellido legal.
De todos modos quién puede interpretar su columna escrita hoy, en toda su benefactora intención, le solicita humildemente siga adelante don Hermógenes y que Yhwh nuestro Señor lo bendiga a usted y su justa esposa que le acompaña.
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Siga, adelante Don Hermogenes, si bien no comentamos habitualmente, si lo leemos y sus opiniones son muy validas, y certeras.
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