CUATRO VERDADES DEL SOCIALISMO 2
Todo izquierdista sabe y niega que el socialismo es lo que es, no lo que pretende ser.
Los izquierdistas saben que ninguna variante del socialismo puede traer el bien que falsamente promete, también entienden que únicamente pueden traer los males que en efecto han traído siempre, en mayor o menor grado, ahí donde se ha implementado, desde 1534 ..[la revolución anabaptista de Münster en 1534. Un poder comunista revolucionario que prefiguró detalladamente en el siglo XVI a los totalitarismos del siglo XX]a nuestros días .
Los socialistas saben que luchan por la destrucción material y moral de naciones enteras y sobre esa destrucción , construir el socialismo. Luchan por imponer campos de concentración y exterminio, por la persecución, la tortura y la hambruna, por la cruel destrucción de millones de inocentes y por imponer al resto una vida miserable, de terror y propaganda, mentira y desesperación.
Mienten a conciencia para exterminar y esclavizar imponiendo el totalitarismo, y a veces para engañar se aproximan lo más posible con disimulo . Y ellos lo saben, no solo porque es obvio que ninguna otra cosa puede resultar del absurdo e inmoral constructivismo social [para un izquierdista el construtivismo es la concepción de la intervención pedagógica que intenta incidir en la actividad mental constructiva del estudiante creando las condiciones favorables para que el significado construido por él o ella resulte tan rico y ajustado como sea posible. Desde una perspectiva constructivista, la meta última de la intervención pedagógica es el desarrollo de la capacidad del estudiante de producir aprendizajes significativos dentro de un rango de situaciones y circunstancias socialistas ]que se empeñan en imponer sobre el orden espontaneo de la civilización, sino por de los medios que nunca han logrado ocultar del todo: censura, persecución, silenciamiento, asesinato moral, extorsión y terror, puestos en práctica incluso antes de obtener el poder y alcanzar el totalitarismo, únicamente destrucción material y moral se podía esperar.
Además lo han puesto en práctica demasiadas veces, en demasiados lugares y tiempos, bajo demasiadas mascaras y con más que suficientes cambios de variables entre los muchos “experimentos” sin lograr nunca otro resultado que destrucción material y moral.
Pero no les importa porque destrucción material y moral es lo que realmente ansían. Están dominados por un resentimiento envidioso tan profundo y vicioso que están dispuestos a padecer en sí mismos todo el daño que sea necesario para ocasionar a los demás el enorme daño que anhelan.
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