Explicación de un auto golpe de estado de Allende.

Como cualquier izquierdista, Allende era un hipócrita, tramposo y mentiroso. 

Esta gente como buenos marxistas han hecho para sí, la cita maquiavélica de que "el fin justifica los medios". Como preparación del auto-golpe a ejecutarse a mediados de septiembre de 1973 en todo el país por terroristas extranjeros y paramilitares criollos y lo mas critico, la participación de oficiales y tropa de las Fuerzas Armadas y Carabineros y también la policía, QUE HABIAN SIDO INFILTRADAS y que contaban con armas, Allende trato de hacer creer que estaba preparando un plebiscito. 

El presidente [doblea gente] personalmente hizo alarde de su "muñeca", es decir de su capacidad para conseguir lo que era necesario mediante el medio que fuera. En la medida que la crisis política se agudizaba, Allende y sus compinches dieron a conocer la idea de un plebiscito, como una salida democrática. Sin embargo él país ya había tenido la experiencia de dos votaciones, en las que la izquierda hizo trampa para obtener mejor resultado en las elecciones

Para la izquierda era importante ganar tiempo y la oferta de hacer un plebiscito de alguna manera pondría a los verdaderos demócratas en la esperanza de ver los resultados que darían termino a la debacle que se vivía en todo el país. No obstante, por los antecedentes que manejaron los comandantes en Jefes habia seguridad de que el plebiscito era una tamaña mentira. El Almirante Jose Toribio Merino fue el mejor informado y decidido para adelantarse al "autogolpe", el fue el primero que supo de sublevaciones de la marinería en favor de Allende
La historia del Almirante Merino es breve pero encierra mucho amor por la Patria y un acertado anticomunismo del marino.

Los Gabinetes de Paz Social otra de las mentiras de Allende.

A mediados de 1972, Salvador Allende ya quería amarrar a las Fuerzas Armadas a su gobierno, llamó a los altos mandos de las Fuerzas Armadas a integrar el gabinete de Paz Social, el comandante en jefe de la Armada, almirante Raúl Montero, fue designado para asumir el cargo de ministro de Hacienda, lo que politizo aún más la situación al interior de la institución especialmente los que estaban en contra del izquierdismo.

Montero, fue presionado por altos oficiales de la Armada, optó por renunciar, quedando la comandancia en jefe de la Armada, en forma interina, en manos de José Toribio Merino. 
El 9 de septiembre, Merino envió una carta a Augusto Pinochet y Gustavo Leigh, altos mandos del Ejército y la Aviación, respectivamente.

En la misiva se leía: El día D será el 11 a la hora 06.00. Contesten sí están conformes en el reverso de la hoja. Ahí se leían dos Conforme más las firmas de los aludidos. Esa carta, enmarcada, permanecería desde ese día en el escritorio del almirante.

El derrocamiento de Allende y la operación de la Escuadra

La noche del 10 de septiembre de 1973, el almirante Merino dio la orden de zarpe a la Escuadra, con el fin de despistar al gobierno, y como alerta de todos los movimientos de la Escuadra en el conocimiento del resto de las Fuerzas Armadas. En la madrugada del 11 la Escuadra regresó al puerto, en una operación que fue clave para el éxito de la operación "derrocamiento", pues Allende creyó que efectivamente había zarpado para unirse a la Operación Unitas no imaginando el regreso a puerto.

Ese mismo día el almirante Merino asumió y fue reconocido formalmente en la comandancia en jefe de la Armada y se integró a la Junta Militar de Gobierno.

Volviendo a los engañadores planes del izquierdismo, Allende se hace notar cada vez más interesado en la manera de encontrar una salida institucional. 
El 7 de septiembre Allende se reúne con los representantes de los partidos de la UP con los que se evalúa un posible acuerdo con la DC y la posibilidad de convocar a un plebiscito para decidir la continuidad del gobierno. 
El 9 de septiembre Allende informa al Comandante en Jefe y otros generales del Ejército que la decisión de convocar a un plebiscito, que sería anunciado el 11 de septiembre en un acto en la Universidad Técnica del Estado.

Los izquierdistas fueron sorprendidos por las Fuerzas Armadas y de Orden


Esto quedo demostrado en la resistencia que ofreció el gobierno de Allende, que muy eficazmente fue inmovilizada en gran medida y que garantizo el éxito del derrocamiento del ilegal gobierno de Salvador Allende.

En La Moneda el 11 Septiembre 1973,  la guardia personal de Allende -nombrada con el eufemístico nombre de GAP (Grupo de Amigos Personales)-, presentó fuerte resistencia a las tropas militares y estuvo compuesto por unos 200 hombre de primer nivel de combate y perfectamente armados. La misma resistencia fue encontrada en días posteriores al "11" en numerosos edificios públicos que debieron ser recuperados tras intensos combates entre militares y paramilitares izquierdistas, provocando bajas para ambos bandos, aunque hay que reconocerlo, dado el profesionalismo y la preparación de combate de la tropa, los izquierdistas fueron quienes sufrieron el mayor numero de bajas.

Hasta el "once", la izquierda había acumulado una inmensa cantidad de armas, las mantuvieron ocultas en lugares imposibles de pesquisar, como el palacio de La Moneda y en la propia residencia privada de Allende en calle Tomás Moro y otros lugares inimaginables que se descubrieron con el correr de las investigaciones. Muchos prisioneros izquierdistas, prefirieron dar a conocer esos lugares a cambio de obtener penas menores y extrañamiento por sus delitos como terroristas.

Gracias al oficio de los agentes de seguridad del Estado, especialmente la Dirección de Inteligencia Nacional [DINA], se pudo conocer que el adiestramiento de los contingentes izquierdistas se llevaba a cabo localmente en la casa presidencial de calle Tomás Moro y en otra conocida como "El Cañaveral" ubicada en un sector de El Arrayán, utilizada como lugar de descanso por Allende y sus secuaces. 

Ademas de estas unidades paramilitares, se conocieron otras como las de Cautin en  el Centro de Reforma Agraria «Jorge Fernández», a pocos kilómetros de la caleta pesquera de Trovolhue y al sur de Puerto Saavedra, en Valdivia, en la foresta de Nahuelbuta, etcéteras. 

Cabe hacer notar que antes de 1970 el guevarismo chileno tenia ya su escuela de guerrillas "La Organa de Chaihuín" (1968-1970).En mayo de 1970 fue descubierta y desarticulada una escuela de guerrilla en Chaihuín (localidad costera cercana a la Provincia de Valdivia), la cual fue sostenida por un grupo interno del Partido Socialista de Chile (PS) denominado la Organa o "elenos"Estas Escuelas de Guerrilla contaban con abundante literatura izquierdista, gran número de armamento, salas de clase, instructores de artes marciales y de tiro, explosivos, profesores de doctrina marxista, guerrilla urbana y rural, etcéteras. 

Existen documentos fotográficos que muestran al ex presidente Allende, Carmen Hertz y otros, practicando tiro bajo la tutela de instructores. Los integrantes de estos grupos paramilitares, tal como se documenta en esta crónica fueron preparados en la ex Unión Soviética, Libia, Alemania Democrática (RDA) Argentina y también en Chile, los instructores llegaron de diversas partes de América latina y Europa comunista. 

Los mismos informes de inteligencia señalados líneas arriba, daban cuenta de la presencia de por los menos 10.000 guerrilleros en Chile al 11 Septiembre 1973, hecho que el ex Senador de la República Carlos Altamirano, por aquellos días el más extremista de la izquierda chilena, reconoció años más tarde en un libro biográfico.

Para financiar toda esta operación se hizo indebido uso de fondos fiscales y se manejaron presupuestos paralelos a los oficiales en distintas entidades públicas. Célebre por ello llegó a ser el Ministerio de la Vivienda de la época y la Corporación de Obras Municipales, en cuyas planillas figuraron recibiendo sueldos pagados con dinero de todos los chilenos, miles de terroristas criollos y extranjeros de siniestro recuerdo.

La violencia en marcha era pulida en sus más finos detalles durante el mes de agosto 73 gracias a la sorpresiva visita de dos connotados personajes de la dirigencia comunistas cubana, el vice primer Ministro Carlos Rafael Rodríguez y el tristemente célebre Jefe de la Policía Secreta cubana, Manuel "Barbarroja" Piñeiro. A estas alturas, la clara injerencia del Gobierno cubano en asuntos propios del país era más que evidente.


Los informes de inteligencia militar chilena de aquellos días dejaron muy en claro que las intenciones últimas de Rodríguez y Piñeiro no eran otras que la de entregar las recomendaciones necesarias para lograr la división de los institutos militares con el evidente propósito de instaurar una guerra civil en Chile, o por lo menos obtener su pasividad ante el auto golpe.La visita de Fidel Castro es un capitulo aparte.

Papeles confidenciales pertenecientes al asesor intelectual del señor Allende, el español Joan Garcés, -y posteriormente acérrimo enemigo de los militares chilenos-, que fueron encontrados tras el allanamiento de su residencia, aparecían propiciando el descabezamiento de las máximas autoridades militares del país. [El día del pronunciamiento este Juan Garcés personaje despreciable intento obligar a Allende que ordenara a Carabineros de Chile de la Guardia de Palacio "entregar armas al pueblo", con el claro propósito de producir por esta vía mas derramamiento de sangre, no ocurrió así porque Carabineros, frente al conocimiento que Carabineros era parte de la Junta Militar, decidieron apoyar su nuevo Director].


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